Lawrence Kohlberg, un destacado psicólogo estadounidense, desarrolló una teoría basada en la idea de que el desarrollo moral es un proceso que ocurre a lo largo de la vida. Esta teoría intenta explicar cómo las personas pensamos y razonamos sobre lo ético, pasando por diferentes etapas que van desde la infancia hasta la adulthood.
Kohlberg estableció que el desarrollo moral de Kohlberg se divide en tres fases principales: pre-convencional, convencional y post-convencional. Cada una de estas fases refleja un nivel diferente de madurez y comprensión moral.
La primera fase, la pre-convencional, se caracteriza por el egocentrismo extremo. En esta fase los individuos se enfocan en sus propias necesidades y deseos, sin considerar las consecuencias externas. Esto nos lleva a la segunda fase, convencional, donde el individuo se centra en el bienestar de los seres humanos que se influyen por las convenciones sociales.
Sin embargo, Kohlberg también sostiene que incluso en esta segunda fase, los individuos no alcanzan un verdadero nivel de madurez moral. Es solo cuando alcanzan la tercera fase, post-convencional, que pueden desarrollar una comprensión más profunda y razonada del desarrollo moral de Kohlberg. En esta fase, el individuo se enfoca en un pensamiento moral fundamental basado en principios universales y valores propios, lo que nos permite reflexionar sobre la naturaleza del bien y el mal.
Lawrence Kohlberg y su teoría del desarrollo moral
Lawrence Kohlberg, un psicólogo estadounidense destacado en el campo de la psicología moral, desarrolló una teoría sobre el desarrollo moral que analiza cómo las personas piensan y razonan sobre lo ético. Según Kohlberg, el desarrollo moral es un proceso que ocurre a lo largo de la vida y se divide en tres fases principales.
La primera fase, denominada pre-convencional, se caracteriza por una forma de pensamiento egocéntrica extremo, donde las acciones se eligen en función de los intereses personales y sin considerar las consecuencias externas. En esta fase, la moralidad se basa más en la búsqueda de placer y evitar el dolor que en cualquier otra consideración ética.
La segunda fase, convencional, se centra en las convenciones sociales y la normativa moral. Los individuos en esta fase buscan asimilar las normas y comportamientos socialmente aceptados para ser aceptados por el grupo. Sin embargo, también es importante destacar que en esta etapa, la moralidad sigue siendo relativista y depende más de la conformidad social que de una reflexión crítica.
Finalmente, hay una tercera fase, denominada post-convencional, en la que se abandona el pensamiento moral basado en convenciones sociales y se busca un sentido universal de justicia y moralidad. En esta etapa, los individuos pueden desenvolver un pensamiento moral más maduro y crítico, fundamentado en principios razonados y valores personales.
La teoría de Kohlberg nos ofrece una visión del desarrollo moral como un proceso que ocurre a lo largo de la vida y se caracteriza por la gradual adquisición de un entendimiento más profundo sobre la moralidad.
Los tres niveles del desarrollo moral de Kohlberg
Según la teoría de Lawrence Kohlberg, el desarrollo moral se divide en tres fases o niveles, cada una de las cuales refleja un nivel diferente de madurez y comprensión moral.
En la primera fase, llamada pre-convencional, los individuos se enfocan en sus propias necesidades y deseos, sin considerar las consecuencias externas. Esto nos lleva a una forma de pensamiento egocéntrica donde el bien y el mal son percibidos desde una perspectiva limitada al individuo.
En la segunda fase, convencional, los individuos se centran en el bienestar de los seres humanos que se influyen por las convenciones sociales. Los individuos en esta etapa buscan asimilar las normas y comportamientos socialmente aceptados para ser aceptados por el grupo.
En la tercera fase, post-convencional, hay un abandono del pensamiento moral basado en convenciones sociales y se busca un sentido universal de justicia y moralidad. En esta etapa, los individuos pueden desenvolver un pensamiento moral más maduro y crítico, fundamentado en principios razonados y valores personales.
Cada fase refleja un nivel diferente de comprensión moral, pasando desde una forma egoísta y centrada en el bienestar individual hasta una comprensión más profunda y universal del bien y el mal.
Fase pre-convencional: el egocentrismo y la individualidad
La primera fase del desarrollo moral de Kohlberg, conocida como pre-convencional, se caracteriza por un enfoque egocéntrico extremo. En esta etapa, los individuos se enfocan en sus propias necesidades y deseos, sin considerar las consecuencias externas.
Esta forma de pensamiento egoísta se refleja en la percepción del bien y el mal como algo relativo al individuo. Lo que es bueno o malo para uno mismo puede no tener relación alguna con lo que sea adecuado o inapropiado para otros. En este sentido, los individuos en esta etapa se centran fundamentalmente en sus propias necesidades y no consideran ni el bienestar de los demás ni las consecuencias de sus acciones sobre terceros.
La principal característica de esta fase es la falta de consideración por la moralidad objetiva. La respuesta a situaciones éticas viene determinada más por la búsqueda de placer y evitar dolor que por cualquier otro factor. En este sentido, el bien y el mal se definen desde una perspectiva limitada al individuo.
La pre-convencionalidad es una etapa crítica en el desarrollo moral porque aquí se establecen las bases para futuras decisiones éticas. Aunque no necesariamente implica comportamiento tenebroso o inmoral, sí puede ser un obstáculo para la adquisición de un pensamiento más reflexivo y maduro sobre la moralidad.
Fase convencional: la moralidad social y la autoridad
La segunda fase del desarrollo moral de Kohlberg, conocida como convencional, se caracteriza por un enfoque en la moralidad social y la autoridad.
En esta etapa, los individuos pasan a considerar la moralidad no solo desde su propia perspectiva egoísta sino también en relación con lo que es aceptado o condenado por el grupo social. La moralidad se basa en convenciones sociales y normas establecidas, como la autoridad parental, escolar o religiosa.
Los individuos en esta fase se centraron en cumplir las normas sociales para ser aceptados y evitar ser condenados. La moralidad se define según lo que es políticamente correcto y no necesariamente según principios razonados y universales. En este sentido, la moralidad es subjetiva y relativa a la cultura o sociedad en la que se vive.
Algunas características de esta fase son:
- La moralidad como conformismo: los individuos en esta etapa buscan asimilar las normas y comportamientos socialmente aceptados para ser aceptados por el grupo.
- El papel de la autoridad: la autoridad parental, escolar o religiosa es fundamental en este nivel, ya que sirve como fuente de moralidad y orientación ética.
- La imitación y el aprendizaje social: los individuos en esta etapa se centran en aprender y adoptar comportamientos sociales y morales a través de la imitación y el aprendizaje.
- El enfocalamiento en las normas: la moralidad se basa en la obediencia a las normas establecidas, más que en la reflexión crítica o la resolución de problemas éticos.
Aunque esta fase puede ser un paso adelante hacia un desarrollo moral másmaduro, también puede tener sus limitaciones. La adicción a la conformidad social y la dependencia de la autoridad pueden evitar el desarrollo de una comprensión moral más profunda y universala.
Fase post-convencional: la búsqueda de principios universales
La tercera fase del desarrollo moral de Kohlberg, conocida como post-convencional, se caracteriza por una búsqueda de principios universales y razonados que guíen nuestra acción moral.
En esta etapa, los individuos pasan a analizar críticamente las convenciones sociales y buscan establecer principios morales que sean aceptables para todos. El enfocado se centra en la búsqueda de la justicia, el respeto y el amor al próximo.
Algunas características de esta fase son:
- La búsqueda de principios universales: los individuos en esta etapa buscan establecer principios morales que sean aceptables para todos, más allá de las normas sociales o culturales.
- El enfoque en la justicia y el respeto: la moralidad se centra en la justicia social, el respeto a las personas y el amor al prójimo.
- La crítica a las convenciones sociales: los individuos en esta etapa cuestionan y analizan críticamente las convenciones sociales para determinar si son morales o no.
- La toma de decisiones éticas autónomas: los individuos en esta etapa pueden tomar decisiones éticas autónomas sin necesidad de basarse en la autoridad externa.
Algunos ejemplos de comportamientos post-convencionales pueden ser:
- Reconocer y luchar contra la injusticia social.
- Defender los derechos humanos y la libertad individual.
- Promover el diálogo y el entendimiento entre culturas y naciones.
- Revisar y mejorar las convenciones sociales para lograr una mayor justicia y equidad.
La fase post-convencional es considerada el nivel más alto de desarrollo moral, ya que implica una auténtica búsqueda de principios universales y la capacidad para tomar decisiones éticas autónomas. Sin embargo, también puede ser un nivel muy desafiante, ya que requiere una gran cantidad de reflexión crítica, empoderamiento y madurez emocional.
La importancia de la reflexión crítica para el desarrollo moral
La reflexión crítica es un aspecto fundamental en el desarrollo moral, según la teoría de Kohlberg. En este sentido, la capacidad para cuestionar y analizar críticamente las convenciones sociales y los principios morales es crucial para alcanzar una comprensión más profunda y madura del concepto de moralidad.
La reflexión crítica se refiere al proceso de examinar y evaluar nuestros propios pensamientos, sentimientos y creencias, lo que nos permite reconsiderar y modificar ellos si es necesario. En el contexto del desarrollo moral, la reflexión crítica implica analizar y cuestionar las normas sociales y los valores que nos rodean, a fin de determinar si son morales o no.
La importancia de la reflexión crítica en el desarrollo moral se resume en los siguientes puntos:
- Permite una comprensión más profunda: la reflexión crítica nos permite ir más allá de las superficiales normas sociales y valores, y alcanzar una comprensión más profunda de lo que es justo, equitativo y moralmente correcto.
- Ayuda a desarrollar principios universales: la reflexión crítica nos permite identificar y analizar los principios morales universales que subyacen detrás de las normas sociales, lo que nos permite desarrollar una comprensión más profunda de la moralidad.
- Permite la toma de decisiones éticas autónomas: la reflexión crítica nos permite tomar decisiones éticas autónomas, sin necesidad de basarse en la autoridad externa.
- Fomenta la autonomía y el empoderamiento: la reflexión crítica nos permite desarrollar nuestra propia perspectiva y valoraciones morales, lo que nos da autonomía y poder para tomar decisiones éticas.
La reflexión crítica es fundamental en el desarrollo moral, ya que nos permite alcanzar una comprensión más profunda de la moralidad, desarrollar principios universales, tomar decisiones éticas autónomas y fomentar la autonomía y el empoderamiento.
Conclusión
La teoría del desarrollo moral de Kohlberg nos ofrece una comprensión más profunda del proceso de desarrollo moral en las personas. La teoría se divide en tres fases: pre-convencional, convencional y post-convencional.
La fase pre-convencional se caracteriza por la focalización individualista, egocéntrica y la ignorancia de las implicaciones sociales y éticas.
La fase convencional se centra en las normas sociales y la obediencia a las mismas. Aquí, la moralidad se basa en la conformidad a las normas, más que en una reflexión crítica o una búsqueda de principios universales.
Finalmente, la fase post-convencional se caracteriza por la capacidad para pensar críticamente sobre las convenciones sociales y desarrollar principios morales universales. Aquí, la moralidad se basa en una búsqueda de justicia social, respeto a las personas y amor al prójimo.
La reflexión crítica es un aspecto fundamental en el desarrollo moral, ya que nos permite alcanzar una comprensión más profunda de la moralidad, desarrollar principios universales, tomar decisiones éticas autónomas y fomentar la autonomía y el empoderamiento.
La teoría del desarrollo moral de Kohlberg nos ofrece un marco teórico para entender cómo las personas crecen moralmente a medida que se enfrentan a desafíos éticos y morales en su vida.